Finalmente llegó la hora de la verdad y Peter intuye que habrá que hacerse cargo, porque el futuro riverplatense es como un plazo fijo en épocas del Corralito. Cambio de escenario, de rutina y de fixture, algo de lo que prefiere no hablar: “Te juro, no quiero enterarme de quién es el rival, ni saber si los clubes tienen luz, barro... Mirá, aunque hayamos jugado dos partidos, todavía no creo que estemos en la B. ¿Sabes qué? Sueño que en el medio va a pasar algo y una voz lejana dirá que River juega en la A”.
-¿Dónde viste la definición de la Promoción? -Había ido a jugar un partido a beneficio en Mercedes, donde vive mi hermana, así que apenas terminé fui a su casa. Eramos como 10, pero el único de River era yo. Los últimos minutos miré el partido llorando y repetía “esto no va a pasar, esto no va a pasar”, y… -Estaba pasando… -¡Lloré tanto que ya no quiero más! ¡Fue desgarrador y uno de los momentos más tristes de mi vida! Salí a fumar a la calle y me esperaban unas chicas para sacarse unas fotos. Accedí como una distracción pero estaba destruido. Terminé solo en la cocina y venían a saludarme de a uno. ¿Viste en un velatorio cuando preguntás dónde están los familiares, y te dicen “están por allá”? Igual… -No es poco que las pasiones rivales hayan respetado tu dolor ¿no? -Es Triste. Fijate que hasta Tinelli, que es recontra cargador, sólo dijo que festejó los goles de Belgrano pero quedó ahí. Vamos a ver qué pasa. Empezar ganando siempre ayuda. Además, llegaron el Chori, Cavenaghi. Jugadores importantes...
-¿Llegaron en agradecimiento? -Nunca pienso así. Ellos le dieron mucho al club y el club se los retribuyó. Cavenaghi es uno de mis ídolos, delantero como yo… -¿Talentoso como él? -¡Obvio! ¡Soy un excelente nueve! Tal vez como productor no, pero como jugador me la creo. Pero volver por volver, no. River no está para recibir favores, si venís es para romperla y ser el goleador. Si no no sirve. Igual, está demostrando algo más que decir simplemente gracias.
-¿Te sentiste representado cuando Passarella le pidió la renuncia a Grondona? -En el momento, dije: nos mandó a la B. No estuvo bueno, estábamos entre la espada y la pared, no digo bajarse los pantalones pero primero zafemos y después, en otro contexto, nos quejamos. Ojo, que si nos fuimos a la B fue porque fuimos un desastre.
-Y en el trayecto ¿quién tiene más responsabilidad por firmar el último cheque sin fondos? -Y… es una sumatoria de los últimos cinco años. A Passarella lo respeto, pero criticar el pasado no suma. El panorama se sabía y nadie lo obligó a postularse. Ahora tienen que tirar todos para el mismo lado, porque pareciera que la oposición fuese bostera y ¡no es así loco! Somos todos de River.
-¿Bancaste a JJ? -Al principio sí, pero después no entendí nada. No sabía qué hacer a nivel táctico, cambiaba abruptamente, generaba desconcierto y se reflejaba en el equipo. Tal vez tuvo poco carácter o no supo hacer otra cosa… -¿Almeyda sabrá? -Está golpeado, es hincha de River, se fue al descenso, y en su momento no me pareció la mejor elección, pero más que nada para sacarle responsabilidad a él, ¿no? Yo lo veía más como ayudante de alguien con más trayectoria, pero el Pelado demostró tener pasta de técnico. Ojo, yo estaba realmente preocupado… -¿O asustado? -¡Es que no sabía si después del descenso venía algo peor! -¡Epa! Cero optimismo lo tuyo...
-Ahora estoy mejor, pero sigo pensando que esto va a ser durísimo. Hay muchos equipos con historia en la A, puede pasar cualquier cosa. ¿Viste cuando te meten los cuernos? Después, cada vez que la chica sale, uno desconfía.
-¿Pasa la herida, queda la cicatriz? -Ahá. Mirá lo que le pasó al Ciclón o a la Academia, no duele la travesía sino el año durísimo de cargadas que se nos viene. ¿Viste cuando a las vacas le ponen el hierro caliente para marcarlas? Bueno, nosotros tenemos tatuada la B para siempre y es terrible, nos marcaron de por vida y ¿vos entendés que no sé si es lo peor?
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